la decepción del amante
testigo de la luna
duerme en los brazos del olvido
sube al tiempo de la bruma
deja las migas del tiempo
enredadas entre los olores
a mentira siempre fresca
por el campo de las fiestas
siempre ajenas
dolor de bocas perdidas
en mentiras pasajeras
muerte en la espera
susurro que desvela

las copas sangran
destilando su dolor
rastros de amor partido
lágrimas de inundación
milagros en el ámbar
iluminan otros labios
deja en el suelo los brazos
miradas al pasar
nubes de frió invaden
desolado corazón
se fuerza por ser amable
y al final solo hay dolor
nadie en vista de tontos
solo la decepción
de saber que no se toca
la copa del amor

duermen las olas
descansa el sol
solo la luna cuida
las gotas de amor
que caen en el ámbar
los amantes en los balcones
miran estrellas fugaces
pensando en que quizás
el amor solo sea un instante

ríos de locura
mares de ansiedad
desiertos de codicia
selva donde amar
bosques de penumbra
montañas de penas
playas de lujurias
luna confidente
sol abrazador
estrella fugaz

las hojas caen
como los deseos
haciendo piruetas
en el otoño
donde los oros
son vegetales
donde el tesoro
esta fuera de mi alcance
en la desolación del follaje
en la mascara encerrado
duerme la esperanza
sin querer despertar

en la ruleta de la vida
siempre sale cero
se distingue el cotidiano
entre agrio y dolor
solo la calma muestra
su verdadero color
lágrimas puras de pena
noche bajo el sol
alas que nacen partidas
incapaz de volar
resignacion del destino
marca a fuego el cristal
que engloba a esos sueños
que ya no llegaran

besos alados
se escapan inocentes
entre dedos cansados
por el temporal interno
que tapa las mañanas
con la niebla de la soledad
vidrios empañados de pena
no dejan pasar
la poca suerte esquiva
que pretende iluminar
migas de sonrisas
caen sobre el mantel
de pobres almas peregrinas
carentes de de color
sueños de viejos dolores
nueva esperanza que cae
en el barranco mas negro
del derrumbe emocional

los miedos atan, pesan
la tristeza es la noche mas cruel y oscura
sin mañanas, con la niebla de la desesperanza
de la mano de la soledad

las penas condenan
hacen grietas en el alma
sin luces la vida pasa
sin pimpollos de esperanza

caminos andados
solo para no quedarnos
donde duelen las espinas
de lo cotidiano

con un saco a cuestas
lleno de melancolía y dolor
se recorren los caminos
donde se espera al sol