cae la noche fatal
en los hombros
de la ausencia
huellas de tiempos
aun marchitos
en los labios el sabor
del agrio camino
que confluye en atisbos
de muecas impuras
que invitan paciente
a peregrinar vacilante
por el oculto susurro
del jardín otoñal
viernes, 12 de septiembre de 2008
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