jueves, 12 de junio de 2008

tempestades
que surcan el mar
intentos vanos
de zarpar
hacia el eclipse
ausencias esperadas
viejas espinas
entre los pétalos
de la cotidianidad
acorralada en el tiempo
de soñar

3 comentarios:

Mía dijo...

Acorralar la cotidianidad supongo debe ser bueno, eso permitirá que puedas soñar, ya que soñar lleva consigo lo que te sorprende, te llega por no tenerlo, te da la esperanza de algo nuevo.

Besos

Mía

Camille Stein dijo...

lo cotidiano es el dique que hace pantano de nuestros sueños

precioso poema

un abrazo

KLAU dijo...

LA MALDITA RUTINA, SI TAN SOLO PUDIERA DESTERRARLA

BESOS
KLAU