miércoles, 10 de septiembre de 2008

despeja la niebla
la salida del sol
abraza despertares
de absoluta pasión
devoción intensa
por la resurrección
en cenizas tibias
de amor

1 comentario:

Anónimo dijo...

La salida del sol, mi rey; la luz de mi reino y de mi vida; en tu casa se acerca la primavera, en la mía el otoño.

¿Dónde estás mi poeta? No te escondas en el derrumbe emocional. Vuelve el sol.

Un besito