jueves, 22 de mayo de 2008


el río trae
penas arremolinadas
migas de pasión
regalos al otoño
mieles de poco placer
miradas que cierran
los postigos del atardecer
las mañanas suelen ser
esperanzas rojizas
para quienes esperan
renacer del sueño
manantiales de pecado
dejan marcas grabadas
en las paredes del olvido

3 comentarios:

María dijo...

Hola, muchas gracias por tu visita a mi blog y por tus palabras, y decirte que volveré otro día con más calma a visitar tu blog, sino te importa, al igual, que tú puedes pasar a visitar el mío cuando quieras.

Un saludo y muchas gracias.

Erik Fernández Farfán dijo...

estimado señor,
lo felicito por atreverse a traspasar la linea de lo aparente.

un saludo

erik

Raquel Graciela Fernández dijo...

Ante todo, quiero agradecerte enormemente tu visita. Siempre sos bienvenido a mi blog, algo caótico y ciclotímico, pero dispuesto a recibir amigos.
He leído varios de tus poemas y me han gustado mucho. De ellos se desprende la pasión por la poesía, la necesidad de escribir, y eso es algo que aprecio muchísimo, tal vez por una cuestión de identificación proyectiva: yo no sé vivir de otra manera que no sea escribiendo.
Te dejo un abrazo y la promesa de volver a empaparme con tus letras.