martes, 27 de mayo de 2008

pasos en círculos
ausencia de cielo estrellado
nubes de olvido y pasión
ocupando el infinito
marginacíon de pensamiento
caída por el mundo interno
espirales de magia y arena
pena que marca el desierto
saciando la condena
de quien conoce la suerte
solo por no tenerla
de el que vive la espera
y el que esperando vive
así se cruzan las lineas
tocando todas las hebras
del telar de angustias
al que llaman conciencia

4 comentarios:

GABRIELA dijo...

Pasé a leerte y a dejarte besos, lindo...
Me voy deseando que mi conciencia no sea un telar de angustias.
He disfrutado la lectura...

Camille Stein dijo...

una conciencia y un sentir clavado de agujas... escribes en espirales de dolor, con mano firme

un abrazo

Celeste dijo...

Te imaginé caminante, te sentí solitario, te vi deambulando por mis pensamientos, atisbando en mi conciencia, sonrojando mi sensatez, enjuiciada también por el hado que te condenó a ti.

Un placer conocer tu espacio...

PDT: Quiero agradecer infinitamente el apoyo que todos me brindaron respecto a mi caso de plagio. Sería inútil tratar de poner en palabras lo que siento ahora, pero al menos intentaré dejarles, en pago, mi corazón en estas líneas.

Las inmensas demostraciones de cariño, de solidaridad, de admiración que recibí hacen que lo que hay dentro de mí se vuelque hacia todos ustedes con la magnitud inconmensurable de un corazón que sintió resquebrajarse y perder la fe en los demás y que ha sido rescatado precisamente por aquello que había puesto en duda.

Ustedes me apoyaron, me defendieron y me cuidaron, se unieron todos en mi causa y esas acciones lograron su objetivo. Eso me alienta. Me da una esperanza y me impulsa a librar la misma lucha. Sola, no hubiera podido, yo era simplemente David frente a Goliat, mas el apoyo de ustedes significó la gracia, la virtud, la inteligencia, la razón, la justicia y la protección divina que hizo que el pequeño, venciera al gigante, al menos en una batalla.

Les dejo un profundo abrazo y les reitero mi cariño, mi admiración y mis respetos, además de agradecerles por esta lección a todos.

Como siempre...

Beso celeste.

M. J. Verdú dijo...

La espera es angustiosa y nos mantiane en vilo. Me gusta tu blog