deliciosa oscuridad

pendiendo de estrellas

lunas siempre llenas

de malas intenciones

bocas pintadas

de tenue resplandor

esperan pétalos

perfumados de noche

destellos de cielos

adornados en sombras

inhalando plegarias

que congela los besos

dados a la emoción

lágrimas que surcan
mejillas de luna llena
buscando alcanzar
labios desentonados
que de bruces esperan
gotas de penumbras
que dibujen el cielo
despojando angustias

espiando cajones
de intriga serena
delicados idilios
tras las cortinas
que cubren intentos
de buscar destinos
en pestañas arqueadas
y maquillaje corrido

espectador habitual
de orillas ajenas
recolectando penurias
en el morral del olvido
imaginando mañanas
llenas de suspiros
soplando la brisa
al oído del tiempo
que despeje matices
del pensamiento

enredado en bruma
ausencia constante
pequeñas lunas
sobre manantiales
replicas profanas
en lo profundo
se baten a duelo
el amor y el deseo

desolación ocupando
retazos del los días
carentes de sonrisas
aguardando por ver
bajo luces insinuantes
un guiño pasional
que encienda pupilas
con el humo denso
viajes errantes
empañando el deseo
que anida en la voz
de una perla
olvidada en el mar

historias confluyen
en el mismo abismo
espiral constante
por el carrusel
de eterno circular
anhelando la sortija
que permita bajarse
para encontrar miradas
que apañen amar

desdicha que cubre
el mantel del olvido
migas estrelladas
en almas incrédulas
de anterior desnivel
pétalos en penumbras
despojan el color
pretenden los labios
pintados de exilio
que miran el ámbar
desde la habitación
donde congela el adiós
y se ausenta el corazón

sopla el viento enjaulado
entre recuerdos callados
solo por el andar
en balcones del olvido
de persianas cerradas
ausencia de intentos
descascarando murales
pintados de misterio
cerrando lamentos
con nudos hechos
con los restos mustios
que quedan de ilusión

en las profundidades
donde reina el azul
se entrelazan misterios
de oscuro silencio
lluvia que danza
en un mágico andar
sobre labios distantes
con rouge pasional
abismos impuros
donde el beso encuentra
detrás del cristal
tibios restos de amor
cenizas esparcidas
en alas de mariposa
esperando menguar
en caricias

promiscuo atardecer
entregando silencios
a sórdidos peregrinos
del deseo carnal
sabanas de instantes
inundando conciencias
obligando al destino
a morder el después
se consume inocente
el placer inconstante
en las llamas incautas
de la mediocridad

sobre la mesa
la intención
derrama tapujos
para conquistar
al desencanto
que florece en jardines
de terso amanecer

caras desdibujadas
por humo espeso
increpan al destino
fingiendo elegir
soplar la libertad
estrellas en penumbras
anfitrionas del pecado
ilusionan incautos
precoces para amar

cae la noche
como un manto
que abre ventanas
de perturbación
donde misterios
abrazan el ocaso
alcanzando la hoguera
que funde al corazón

apurando el sendero
palpitando la aurora
va el trashumante
heredero crepuscular
evitando cruzarse
con el amor engreído
que despoja la razón
lastimando al corazón
soplan vientos de angustia
sobre lagos ausentes
donde reposa la pena
la espina llena
el umbral de la espera
donde todo llega
y el invierno consume
la primavera

almas grises
recorren el alba
en alas de la noche
todo transforman
mesas llenas de vicio
vasos de ilusión
caen en un piso
pleno de dolor
manantiales de olvido
donde los recuerdos
posan sus labios
para beber el ocaso
que opaca la piel
de los soñadores
tras el amanecer

universos de plegarias
desplegando su red
de ángeles mundanos
esquivando el rocío
que acompleja los pies
que pisan la espera
bruma de soledad
se sumergen pupilas
en la tibia quietud
de angustia cotidiana
enturbiando miradas
en el frío del vació
de la habitación
sin amor

deslumbra el ocaso
empaña el cristal
marchito el otoño
maraña invernal
ocre en los labios
despojados de miel
ausencia de suspiros
aridez en la piel
soledad de un gesto
orillas de silencio
donde moja sus pies
el alma en cuclillas
desorientando su fe
en manos de lunas
invocan nacaradas
el amanecer

besos que inducen
vuelo de ilusión
nubes de algodón
que encarnan idilios
embriagados de pasión
sopla el viento del deseo
despeinando al amor
que cauto se entrega
a la redensión

destellos de espera
en rincones plenos
del recuerdo tibio
que marca la piel
de los enamorados
viajes por el cuerpo
de una perla distante
murmurando espinas
en medio del deseo
talismanes eclécticos
invocados a tiempo
para abrir las heridas
donde duerme la fe

crepúsculo infinito
ademanes de sed
ironía en los labios
desparpajo en la piel
caídas sobre el vasto
tiritar de una estrella
opaca sus destellos
para desorientar
a quienes piden
alivios que calmen
la voraz tempestad
que ocupa la mirada
del alma inconclusa
rogando despertar

vuelos rasantes
sobre el humo
espeso y reticente
a dar calor
sigilos indiscretos
alimentan despertares
desiertos de pasión
despojos en pupilas
marcan distancias
separando el silencio
de la soledad

caminos enredados
por la atentación
figuras aladas
tempestad pasional
plena intensidad
ceremonia inicial
sueños alterados
curiosidad a flor
de besos tibios
dados en espiral
sobre sombras
que inducen
al juego inconcluso
de amar

secuencias reflejan
instintos en la piel
senderos de inocencia
despertando la plegaria
encuentro en penumbras
danzan lenguas de fuego
inclinando las manos
hacia las mariposas
que se posan en labios
de princesas de seda
despilfarrando el néctar
de su bella ingenuidad
en manos del pecado
que da insinuaciones
de lujuria expectante
hacia la libertad

gotas empañan
vidrios ocupados
por deseos silentes
aguardando nacer
entre sombras
induciendo imágenes
de transformación
vuelo constante
por nubes intangibles
del amanecer
insinuando acciones
privadas de instinto
placer encantado
despojos en milagros
carentes de razón

espejos devuelven
figuras etéreas
ilusiones en pugna
por despojarse una vez
del estigma intranquilo
luces que buscan
dar magia al rincón
donde las caricias
esconden su lamento
olvidando el sendero
de la resinación

quedan pendientes
besos al asecho
labios despintados
que ofrecen su sed
a la altura del ocaso
descansa la plegaria
inspirando suspiros
guiando la fe
hacia barrancos
de recuerdo cruel

susurros espiados
desde el balcón
de las migas
en la puerta del vicio
ausente la imagen
duerme la razón
entre hiedra y rocío
despertando angustia
en cada rincón
del alma incordiosa
de quien ya dejo
el suspiro entrelazado
lejos del amor

ilumina las ventanas
marchitas de amor
la luz de la mañana
que viene a entregar
el alivio esperado
de que sucumbió
la noche eterna
feroz decepción
donde la penumbra
confirma su reinado
de quieta tempestad
por el tortuoso viaje
por ombligos incipientes
plenos de pecados
y ajenos al calor
de las caricias
dadas de corazón

callejones de recuerdo
en brazos de la luna
que disipa las nubes
del que perdió el amor
en manos del pasado
en la copa del dolor
embriagando pesares
olvidando la pasión
entre espuma de lujuria
que confunde desde lejos
a la ilusión

calles angostas
donde se pierde
la peregrina vigilia
dulzura contenida
en la noche turbia
que abre sus brazos
para abrazar la miel
de capullos intactos
de labios aun tersos
que esperan visitas
de quienes van a robar
la inocencia consentida
en un solo murmullo
que alimente la fiera
del pecado carnal

después del huracán
intentos esparcidos
en la penumbra
que todo encubre
amor en la piel
de tímidos besos
que penden escuetos
en el jardín otoñal

luces menguantes
iluminan intentos
derramados en gotas
de puro cristal
pupilas empañadas
por el frío de la noche
que abraza caricias
despojadas de amor

llora desde el cielo
la ilusión plomiza
caen lágrimas mustias
nubes de tristeza
sobre las plegarias
de los caminantes
senderos tortuosos
en busca de libertad
caricias a oscuras
hipnosis en besos
regalados al viento
motivan la sonrisa
del corazón herido
que late al ritmo
de la desolación

lágrimas danzan infames
al costado de la hoguera
donde todas las espinas
se funden en un beso
que todo angustia
impertinencia absoluta
decadencia en la boca
de una pequeña duda
en la piel de un cielo
coronado el ámbar
de nubes negras
la historia sin final
vueltas sin sentido
pretendiendo caricias
de amor forzado
y esclavitud emocional

duerme en despedidas
el beso del adiós
esperando la noche
para desplegar
las alas del olvido
la caricia que se da
cuando todo termina
sin mas posibilidad
la penumbra llena
los espacios comunes
derramando el lamento
en entender al fin
que el telón ha caído
y no volverán
a pasar por mis huesos
los labios amados
las mañanas de sol
sumerge la angustia
frió y desolación
y el vacío en las manos
duele en el corazón
que llora en silencio
agonizante a los pies
de la muerte del amor

papeles que embriagan
la pluma del saber
verdades pergeñadas
en ansias de poder
instrumentos perversos
imagen que no es
muestras del infierno
cielo a medio ver
transformando miradas
en juicios y los colmillos
afilados para ser
verdugos incautos
de quien es y no es

llueven cenizas
tapando suspiros
cortinas de pena
eclipsan la pasión
espirales de congoja
sobre el dedo anular
marcando el descuido
para terminar la función
de intentos frustrados
para encontrar amor

despejando etiquetas
adheridas al alma
despojando instantes
de tibio intentar
en vueltas infinitas
en busca de la sortija
que designe el momento
de bajarse del cuento
llegando de una vez
a los besos entregados
en la boca de la suerte

corazones en llamas
inician hogueras
que alumbran penas
olvidadas en cajones
que da la memoria
incendios pasionales
derramando calor
en pieles fugaces
destilando humo
en delicados intentos
por atrapar los hilos
que mueven deseos
de pecado sanador

en los bolsillos vacíos
la ilusión intacta
en el ojal brillan
pétalos de amores
que no fueron
cargados de memorias
perfumando el andar
por el camino del olvido
donde todo es pasar
por vidrieras ajenas
sin nada que comprar
pensamientos ilusos
sueños de intentar
caminar por las bocas
donde susurra el amar

caen entre mieles
ángeles despojados
de caricias peregrinas
buscando iluminar
sonrisas mezquinas
que niegan mostrar
magia en las pupilas
en los labios el lugar
donde duerme el anhelo
que brota en cada mirar
sobre la luna impregnada
de curiosidad

caminos entrelazados
mezclando las aguas
de la entera pasión
disipando las plegarias
en brazos del sol
a la vera de la luna
guia mi corazón
la incertidumbre
de los besos
que no doy

caen desde el cielo
gotas de silencios
que cubren mesas
esperando comensales
aturdiendo hogueras
de sinceridad obsoleta
corriendo el telón
estrellado de instantes
dejando pasar la piel
del susurro equivocado
en manos del momento
al costado del pecado
esperando la caricia
para vivir encadenado

cierra los ojos descansa
deja que las aves
se lleven el ocaso
dejate llevar en brazos
de luces danzantes
que inducen pérfidos
bocados suculentos
recuestate en besos
de labios intactos
deseosos de encontrar
llamas en los vientos
suspira la brisa
amanecer absoluto
que inunda caprichos
en manos inquietas
caricias en el ámbar
arriban a tu piel
llenando tus pupilas
de placer

se disipan las nubes
que tapan la conciencia
esas que a toda costa
sumergen al sol
en un mar oscuro
donde el frío arrasa
los pensamientos
congelando el amor
desde el horizonte
nace la esperanza
en el rubor tibio
de labios que esperan
despertar al corazón

se elevan lentamente
los amaneceres
estacas que sostienen
los precisos instantes
hilos de sombra
alumbran el momento
de correr el telón
de los sentimientos
acariciando apetitos
mirando la insistencia
que indica el camino
desbocada paciencia
labios abrumados
por el frágil deseo
de los enamorados

arden esquinas
donde alumbran miradas
que marcan cordones
arco iris de pasión
en faroles los besos
iluminan el transito
de quien apoya su espíritu
en el umbral del sabor
donde arriban placeres
donde nace el disfrute
que colma el pensamiento
con delicado perfume
de labios entregados
al amor libertario

donde doblan los vientos
donde suena la voz
se derraman licores
sobre estrellas fugaces
que en la noche tersa
incitan a las sombras
a danzar en llamas
en ritual pasional
contorneando deseos
engendrando los gritos
que den la libertad

palabras insistentes
solo para llegar
al puerto indulgente
que olvide el penar
en vasos de historias
vueltas a contar
de la misma forma
en otro lugar
cambian personajes
sigue siendo igual
fugitivo constante
evitando pensar
donde dejo su abrigo
por viajar sin parar
escapándole al cuento
de buen final

ilusión en besos
dados en la penumbra
perdonando pecados
tras un viaje fugaz
por labios entreabiertos
esperando detalles
que marquen instantes
abriendo el telón
de la obra mas tierna
a la que llaman amor

de tu boca penden
los deseos
tierna espera
por sentimientos
amor entre nubes
tapando penas
en la noche sin luna
seguiré el sendero
de tus cabellos
guían mis caricias
hacia el brillo
de tus besos

al reparo de los vientos
bajo el amparo del tiempo
excursión entre humo
por amorosos jardines
donde pétalos inundan
de perfume el andar
balcones atentos
esperan su romeo
que sonroje madrugadas
en plan de desplegar
las mas intensas alas
que la pasión pueda dar

los recuerdos llenan
valijas que acompañan
el viaje cotidiano
de vivir rodando
entre pieles musas
buscando la fruta
olvidada de ayer
al ocaso del instante
pensamientos reticentes
sin ganas de abandonar
el sendero de sueños
en alas del tiempo
dejando en cada arbusto
una estrella que guié
el aprendizaje de andar

de ventanas cuelgan
amores pendientes
tomando el sol
de la espera penitente
por escaleras
de inestable vaivén
hacia el infinito
surcan el destino
quienes buscan
abrir sus postigos

acariciando el tesoro
que esconden las montañas
de tus labios de fuego
de boca de rosa
en medio de tu pecho
nacen pendientes
que llevan en autopista
los besos a tu vientre
en la costa apacible
de tus caderas
mojo mi nariz
en una fuente de perlas
al reparo terso
de tu espalda
descansando en la flor
de tu mirada

luna que muestra
sus instintos
regalando magia
en labios suaves
dulce muerte
en pupilas
de una dama
que en silencio invoca
a hurgar sabanas

la belleza acaba en la primera noche
después solo quedan emociones
y perfume de pétalos en el alma

quedan entre los dedos
pensamientos rumiantes
de enredadera incierta
de escaleras al sueño
mastica pena el olvido
en su blanca espera
duermen los pies
afuera de la tormenta
y en medio de los mares
el mirar de una perla
que da lugar a llegar
a costas de fortuna
donde el sol sale
siempre por la costura

se marchitan pimpollos
en sillones que guardan
el jugo de la noche
y la sonrisa de mármol
que da la mañana
en la mirada marcas
del mal paso del tiempo
condenas en supuestos
pasamanos de vació
entrelazando el sudor
de puro hastió
ahogando el pasar
en vasos de ilusiones
que de algo de ficción
a princesas con frió
anhelos de inocencia
que de libertad
de decidir por su cuenta
donde deshojar
su tersa rosa
subastando la conciencia
a quien decida pagar
el precio de la ofrenda
goce por usar
mueca de roce impuesta
sin esfuerzos ni resto
para quizás convencer
a eternos caminantes
e deseo en la piel
de aquellos pimpollos
que tienden a languidecer
sin que a nadie interese
que pasara después

labios incendian
placeres mundanos
lenguas de magia
engendran silenciosas
caricias tatuadas
en la piel de la espera
que invitan a probar
el mas tierno néctar
en delicadas miradas
pupilas intensas
placer en cada rincón
de las sirenas

se regalan sonrisas
que iluminan el pasar
por esquinas de vida
donde anida el amar
nubes aladas inducen
goce en cada suspiro
besos que inician
el camino terso
de viajar de a dos

en la mesa de un bar
se relajan emociones
juegan mano a mano
la suerte y el destino
por la soledad
de amante sin rumbo
que espera el brillo
del amor en las miradas
de su ángel guardián

lágrimas del alma
humedecen el tiempo
trasgresión de recuerdos
que tapan el sol
bajo sombras en silencio
en la pena de amor

murmullos rompen
milagros de amor
caricias al vació
juegos de invocación
al mas cálido recuerdo
de sendero en flor
imagen trastocada
pradera de pestañas
abanicando el sueño
de vivir sin la sombra
de la desolación

lluvia que disipa
mantos estrellados
escurriendo las penas
acariciando la piel
de los desesperados
la mirada distante
el sueño trastocado
dejan surcos grabados
en vuelos delicados
desplegadas las alas
del amor trasnochado

vagos pensamientos
inundan las manos
deseo en labios
susurros descarriados
encienden hogueras
anhelos desvelados
al costado del viaje
de los enamorados
dejando migas de tiempo
marcando momentos
afortunados

los enamorados
apagan la luna
y en plena oscuridad
entregan sus cuerpos
al amar

por la jungla de tus cabellos
emprenderé viaje
recorriendo la miel
de tu boca de fuego
en tu lengua haré
nudos con los deseos
en tu cuello dejare
chispas y momentos
besare las estrellas
que alumbran tu espalda
en tu vientre aprenderé
a engendrar milagros
tus muslos serán
pilares de mis sueño
dan refugio tus manos
a mi espíritu etéreo
tus pies me llevan
a recorrer el firmamento
donde brillan tus ojos
y tus dedos danzan
al compás del silencio
buscando el lugar
donde volcar intentos
para encontrar la paz
en medio de tus anhelos

espejos reflejan
figuras bucólicas
peregrinos de vientres
caminantes en busca
de besos que indiquen
donde inicia el sendero
del placer terrenal

espirales de lava
recorren a la deriva
las costas del misterio
pensando en la voz
que incita al refugio
susurros de cuna
desparrama la espuma
que brinda el querer

los alquimistas ensayan
pociones logradas
a manos del pensamiento
que desea obrar
en una jungla tupida
donde descansa el silencio
abre las fauces la noche
para al amor despertar

señales en la piel
de neón titilante
apareando luces
esquivan deleites
dejando de lado
pautas de romance
por sendas aladas
donde duerme los pies
de las plegarias

pestañas cubiertas
de gotas de rocío
abren derroches
magia en los postigos
balcones azucarados
en plan de lograr
que el deseo se pose
en su andar